Estas usan un BIOS que controla los recursos del sistema a nivel de
hardware. Los usuarios de la estación de trabajo pueden establecer contraseñas administrativas dentro del BIOS para evitar que los usuarios malintencionados accedan o inicien el sistema. Las contraseñas de BIOS evitan que los usuarios maliciosos arranquen el sistema en absoluto, impidiendo que el usuario acceda o robe rápidamente la información almacenada en el
disco duro.
Sin embargo, si el usuario malintencionado se
roba la PC (el caso más frecuente de robo entre viajeros frecuentes que llevan
computadoras portátiles y otros dispositivos móviles) y la lleva a un lugar donde pueden desmontar la PC, la contraseña del BIOS no evita que el atacante elimine el disco duro, instalarlo en otra PC sin restricción de BIOS y acceder al
disco duro para leer su contenido.
En estos casos, se recomienda que las estaciones de trabajo tengan bloqueos para restringir el acceso al
hardware interno. Los dispositivos de seguridad especializados, como los cables de acero con cerradura, se pueden unir al chasis de la PC y la
computadora portátil para evitar el robo, así como a los bloqueos en el chasis para evitar el acceso interno. Este tipo de
hardware está ampliamente disponible de fabricantes como Kensington y Targus
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